Ir al contenido principal

MUJER Y SALUD MENTAL

Estos días se ha escuchado por allí que desde la Filosofía se habla de la ausencia de miedo para poder ser feliz. En la disyuntiva ALEGRÍA-TRISTEZA, las emociones negativas nos empujan a intentar buscar la supervivencia, alejándonos de la búsqueda de la felicidad por las teselas de la alegría.

Ante esto ¿cuántas miles de mujeres sufren agresiones, maltrato, exclusión, ...? ellas sólo pueden pensar en sobrevivir.

El 8M de 2019 ha sido un cántico a la felicidad, millones de personas enarbolando la lucha por la equiparación de derechos entre hombres y mujeres, defendiendo los derechos de la mujer y... eso pone feliz.

Así en estos día nos  toca reflexionar sobre las MUJERES CON UN PROBLEMA DE SALUD MENTAL.

Ellas son menos atendidas, ellas sufren más violencia, ellas son menos escuchadas, ellas son tratadas en un esquema para hombres.

En este maremagnum de necesidades, surgen noticias de espacios para ellas, especialización de sus tratamientos, no olvidarnos de las características propias de la mujer en el terreno específico de la atención a la salud mental.

Por ellas, por todas ellas, seguiremos, continuaremos con un deber ineludible, mirar a través de unas gafas color violeta.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Frase de la semana - FRATERNIDAD

UN RELATO "EN PRIMERA PERSONA". UNA HISTORIA REAL

Hola, vengo a contaros mi historia porque creo que es fundamental en los tiempos que corren que se sepa y se sea consciente que hay númerosos casos, duros y reales sobre problemas de salud mental y se tienen que saber y se tiene que poder hablar de ello, ya basta el estigmatizar algo que es normal en los días en los que vivimos en los que vivimos estresados, con prisas a todos sitios y a veces no cabe lugar la calma...    Esta es mi historia:   - Con 17 años empecé con depresión por los estudios, fue un año duro de tener que dejar los estudios a un lado parcialmente para poder sanar y luego retomarlo... Pero lo conseguí, con ayuda de especialistas tanto psicólogos como psiquiatras salí adelante.    - Con 17 para 18 años pasé el año más duro de mi vida, en el que ni yo misma sábia qué me pasaba y tenía la mente en blanco, la cara completamente apática...    Mi deseo de cumpleaños al soplar las velas fue irme a otro sitio mejor... No sabéis cuanto dolió y aún a veces sigue doliendo al ha